23 Nov MI HÍGADO ¿ESTÁ SANO?

Es importante hacer un chequeo mínimo cada 6 meses

Empiezan las épocas de excesos y uno de los órganos más afectados es el hígado, el cual tiene a su cargo más de 500 funciones, entre ellas, metabolizar las grasas, las proteínas y los carbohidratos. A su vez, también ayuda a que se procesen los medicamentos ingeridos y es capaz de eliminar aquellas sustancias tóxicas o dañinas relacionadas con el alcohol, el amoniaco, entre otras.

El Doctor Galo Chang, médico general de Labs, menciona que “La única manera que se puedo saber si el hígado está sano es realizando exámenes de laboratorio en los que podamos evaluar la función hepática, verificando los valores de enzimas, proteínas y otras sustancias hepáticas”. Además, la ecografía podría ayudar a observar la anatomía general del hígado, reconociendo si existe acumulación de grasa en su alrededor.

Entre los exámenes que se recomiendan realizar para verificar la salud de nuestro hígado están:

• TGO
• TGP
• GGT
• Fosfatasa alcalina
• Bilirrubinas
• Proteínas
• Fracciones

El jefe de laboratorio de Labs, Fabricio Echeverría, asegura que “Para estos exámenes se debe tener un ayuno entre 8 hasta máximo 12 horas, lo cual ayuda a que los resultados sean más efectivos. Sin embargo, el médico puede realizar indicaciones específicas según sea el caso”.

Un dato importante a considerar es que una persona NO puede vivir sin hígado, a diferencia de otros órganos, en los que sus funciones pueden ser reemplazadas. Es así que, es necesario realizar un chequeo continuo, cada 6 meses.

Fabricio Echeverría, jefe de laboratorio de Labs,

El alcohol y las grasas son absorbidas en el hígado y con la acumulación excesiva se limita su función, y eso va alterando el funcionamiento del cuerpo y dando origen a diferentes problemas o enfermedades.

Existen buenos hábitos que aportan en la buena salud digestiva, incluyendo todos los órganos. Para ello, es necesario poner en práctica buenos hábitos como:

• Comer despacio: comer sin prisa y masticando muchas veces es la recomendación principal, ya que facilita el proceso de digestión. No dejarse llevar por la ansiedad, que evita que seamos conscientes de la cantidad de alimento que ingerimos.
• Alimentarse de manera acorde a la edad y actividad que se realiza: Es imprescindible incluir en la dieta vegetales, frutas y verduras.
• Consumir suficiente agua: Junto con las fibras contenidas en los alimentos vegetales, favorecen el tránsito intestinal y la eliminación de los desechos sólidos.
• No tomes alimentos que irriten el aparato digestivo: Evitar la ingesta de alimentos muy picantes, alcohol o tabaco.
• Lávate las manos antes de cocinar o comer: En unas manos contaminadas hay hasta 4700 tipos diferentes de gérmenes, lo que provoca cuadros diarreicos.

Estas recomendaciones te ayudarán a mejorar el funcionamiento de tu proceso y a prevenir enfermedades futuras.