01 Dic ¿El VIH y el SIDA son lo mismo?
¿El VIH y el SIDA son lo mismo? Karen Martínez debe realizarse exámenes de laboratorio periódicamente como parte de su control de salud para seguir descartando la presencia del VIH en su organismo, enfermedad con la que tuvo contacto cercano desde su nacimiento: su padre era portador del virus desde antes de su concepción y falleció con SIDA. En el marco de la conmemoración del Día Mundial del SIDA (1 de diciembre de cada año), es crucial reflexionar sobre los avances y desafíos que enfrenta la sociedad en la lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que a finales de 2022 había 39,0 (de 33,1 a 45,7) millones de personas que vivían con el VIH, dos tercios de ellas (25,6 millones) en la Región de África. Asimismo afirma que, durante el 2022 fallecieron 630 000 (de 480 000 a 880 000) personas por causas relacionadas con el VIH y 1,3 (de 1,0 a 1,7) millones contrajeron el virus.
¿VIH y SIDA es lo mismo?
Según el Dr. Paco Salazar Uquillas, infectólogo, afirma que, aunque tienen relación, no es lo mismo. “El VIH es el microorganismo (el virus) que se va a desarrollar en las células que produce esta infección. Mientras que el SIDA es un síndrome en una etapa mayor posterior a la infección por VIH, este síndrome ya conlleva daños de órganos como pulmones, piel, riñones, lo que ayuda a complicar enfermedades existentes en el paciente, llegando a ocasionar la muerte”, mencionó el galeno.
Formas de contagio
Existen cuatro fluidos del cuerpo por el que se produce el contagio, tales como el semen, flujo vaginal, sangre y leche materna. Y, tres formas de infección: sexual, sanguínea y vertical. La primera se produce mediante relaciones sexuales sin protección, la segunda se da por transfusiones de sangre o al compartir jeringas (al inyectarse droga líquida) y la tercera de madre a hijo.
Esta última, fue la razón por la cual Karen, quien nació por cesárea, nunca fue amamantada por recomendación médica para evitar el contagio de su madre hacia ella, a pesar de que su progenitora dió negativo para el VIH. Según expertos, la carga viral que recibió la madre no fue alta, y aparentemente no atravesó la barrera hematoplacentaria, por lo que ella no se contagió. Sin embargo, el riesgo en la recién nacida estaba latente.
De ahí radica la importancia de los exámenes de laboratorio en la detección y seguimiento de esta enfermedad. Ya que, a más de la simple detección, los análisis también desempeñan un papel crucial en el monitoreo del progreso de la enfermedad y la efectividad de los tratamientos antirretrovirales.
¿Qué exámenes realizarme?
Uno de los exámenes más comunes para la detección de este virus es el: HIV 1 y 2 ANTIC+AG P24. “Este se lo puede realizar en el caso que haya tenido un posible contacto riesgoso, luego de dos meses se lo debe repetir, después a los 6 meses y finalmente al año transcurridos el incidente. La prueba es rápida, solo es una muestra de sangre y no es necesario estar en ayunas”, mencionó la Dra. Katherine Silva, coordinadora de Laboratorios Labs a nivel nacional.
Sin embargo, la detección temprana no solo brinda la oportunidad de un tratamiento oportuno, sino que también desempeña un papel esencial en la prevención de la transmisión del virus a otras personas.
En conclusión, los análisis de laboratorio son un eje importante en el tratamiento y monitoreo del VIH/SIDA, que, conjugados con la investigación continua, la conciencia pública, la educación y la eliminación del estigma en relación a su contagio, suman esfuerzos para minimizar la propagación de esta enfermedad, acotó el Dr. Salazar.